
LA FE QUE SE VE

SER HACEDORES Y NO TAN SOLO OIDORES
Y CONOCERÉIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS HARA LIBRES

Texto Principal: Juan 8:31-36; Mateo 22:29
Introducción: Uno de los enemigos que enfrentamos los cristianos es la ignorancia de lo que somos en Cristo, de lo que Él es en nosotros, de lo que Él hizo por nosotros y de la posición y derechos que tenemos ante al Trono.
I. CONOCIMIENTO
No se trata de leer acerca de la Biblia y acerca de la oración. De lo que se trata es de estudiar las Sagradas Escrituras y disfrutar de los privilegios que tenemos en Cristo; uno de ellos es la oración. (Juan 8:32) “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Conocer: gr. ginósko. Significa reconocer, llegar al conocimiento, comprender. Ginósko es el conocimiento de la Verdad.
Verdad: gr. Alédseia. Quiere decir verdaderamente, veraz, verdadero.
- El conocimiento al que se refiere el Señor Jesucristo no se obtiene por una mera actividad intelectual, sino el conocimiento que recibimos por la revelación del Espíritu Santo a través de las Sagradas Escrituras. (Juan 16:13) “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir”.
- El conocimiento espiritual. Conocimientos por revelación (Efesios 1:17-18).
- La falta de conocimiento (Oseas 4:6) “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…”.
II. LA IGNORANCIA Y EL ERROR
La palabra errar significa desviación, abandono del camino recto: (Mateo 22:29) Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Arráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios”.
- La ignorancia es la carencia de conocimiento o de percepción espiritual. Denota la ignorancia del ser humano acerca de Cristo; incluye la ceguera espiritual. (Efesios 4:18) “Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón”.
- Ignorar lo que somos en Cristo y cuáles son nuestros privilegios y habilidades como hijos de Dios.
- Ignorar lo que significa la palabra ‘creer’. Creer es una palabra que expresa acción, significa actuar de acuerdo con la Palabra de Dios. No existe el creer sin en el actuar.
- Creer significa tomar posesión. Poseemos lo que Dios dice en Su Palabra. Creer a la Palabra es simplemente tomarla en serio y actuar de acuerdo con ella. Cuando Jesús dice: «Si os quedáis en mí y mis palabras se quedan en vosotros, pediréis lo que queráis y se hará para vosotros», nosotros simplemente debemos tomar en serio esta palabra y actuar.
III. EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD
Dios es integro y veraz. La palabra de Dios es íntegra y veraz. El Verbo de Dios fue hecho carne; Él es la Verdad. (Juan 14:6) “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie vienen al Padre, sino por mí”.
- El Conocimiento de la Verdad nos viene por la Palabra Escrita y la acción del Espíritu Santo quien nos guía a toda verdad. (Juan 16:13) “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
- El conocimiento de lo que Dios nos hizo ser y lo que nos pertenece en Cristo es la clave para una vida de oración fructífera.
- Somos la nueva creación, la presencia de Dios es real en nuestra vida.
- Tenemos la plenitud de Dios. (Colosenses 2:9-10) En “Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principados”. (Juan 1:16) “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia”.
- Cristo es nuestra Sabiduría, justificación, santificación y redención (1 Corintios 1:30) “Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”.
- Nuestros derechos como hijos de Dios. Tenemos derecho a usar el nombre de Jesús en oración y contra el adversario. (Juan 14:14) “Si algo pidieres en mi nombre, yo lo haré” (Marcos 16:17-18).
Conclusión: El conocimiento por revelación acerca de lo que el Señor Jesucristo es en nosotros, de lo que nosotros somo en Él, de los privilegios que tenemos como hijos de Dios nos hace libres. Actuemos con base en la revelación que el Espíritu Santo nos ha dado y nuestra calidad de vida será mayor que la que actualmente vivimos. Tomemos en serio la Palabra de Dios.