LECTURA BÍBLICA (Salmo 61)

VERSÍCULO DE LA SEMANA ANTERIOR: “Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras”  (2 Corintios 9:8 DHH).

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Te amos Jehová, fortaleza mía. Jehová roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”.

PREGUNTAS INTRODUCTORIAS

• ¿Qué ley hay en nuestros miembros? (Romanos 7:23) 

R/ LA LEY QUE SE REVELA CONTRA LA LEY DE NUESTRA MENTE 

• La ley a la que se refiere (romanos 7:23) ¿A qué nos lleva cautivos? 

R/ A LA LEY DEL PECADO

• ¿En qué parte de nuestro ser está la ley del pecado? 

(Romanos 7:23)

R/ EN NUESTROS MIEMBROS

• Según (Romanos 7:24-25) ¿A quién servimos con nuestra mente?

R/ A LA LEY DIOS

• ¿A quién sirve la carne? (Romanos 7:25)

R/ A LA LEY DEL PECADO

SER HACEDORES Y NO TAN SOLO OIDORES

Cuando recibimos llamadas al celular de teléfonos no conocidos nuestra primera reacción puede ser que colguemos, pero que hay de esas veces cuando tenemos llamadas de nuestras personas favoritas, de nuestros familiares y demás, nuestro primer instinto es contestar, pero que pasa cuando nuestros Padre celestial nos está llamando pero al ser ignorantes no sabemos reconocer su voz.  

Recordemos la historia de Samuel cuando estaba durmiendo y el Señor lo llamó pero él creía que había sido Elí, pero Elí se dio cuenta que era el Señor quien lo estaba llamando. Leamos 1 Samuel 3:9-10 ⁹ Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.¹⁰ Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

I. ¿POR QUE DIOS NOS LLAMA?

El Padre nos ha llamado primeramente a la salvación, pues como hemos aprendido a lo largo de estas células, el Padre no quiere que nadie se pierda y Él ha dispuesto un plan de redención para toda la humanidad enviando a su Hijo a morir por ti y por mí. Pero, Dios nos ha llamado también a:

Adoradores: porque Dios mismo nos creó para la gloria de su alabanza, el Señor quiere que le adoremos en espíritu y en verdad y en la alabanza y adoración provocamos la manifestación de Su presencia.

Compañerismo con nosotros: Porque nuestro Padre Dios tiene el deseo de compañerismo con nosotros, debemos permitirle al Espíritu Santo para que a través de la meditación de Palabra nuestra mente sea renovada y llena de los pensamientos de Cristo.

Podamos predicar el evangelio, llevar las buenas de salvación a todas las criaturas: La iglesia, que somos nosotros debemos obedecer el mandato divino del Señor que es ir a predicar el evangelio a toda criatura, enseñado que el Reino del Dios ha llegado. 

II. COMO RECONCONER SU VOZ

Para reconocer la voz del Señor Jesús debemos previamente conocerlo Él, y ¿cómo le conocemos? A través de la Palabra pues en su Palabra conocemos cuál es Su agradable, buena y perfecta voluntad. Colosenses 1:9-10 ⁹ Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, ¹⁰ para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.

Pero ¿cómo la reconocemos?

1. La voz del Señor es consistente y estable: La voz del Espíritu Santo nunca va a contradecir su Palabra. Juan 16:13 ¹³ Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
2. Trae convicción: El Espíritu Santo convence de pecado, de justicia y de juicio. Juan 16:7-8 ⁷ Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. ⁸ Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
3. Nos impulsa a tomar acción: El Espíritu Santo quiere que vivamos una vida plena, para cumplir su Propósito. Salmos 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

La voz del Señor siempre serán Palabras de amor, de paz, de aliento, de fe, no de queja, de incredulidad de duda o de ansiedad.

III. NUESTRAS ACCIONES SON EL RESULTADO DE LO QUE CREEMOS

Una parte esencial de vivir en comunión con nuestro Señor es aprender a ser hacedores de la Palabra. Santiago 1:22 DHH Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos. Si leemos y escuchamos, pero no seguimos los mandamientos o preceptos que el Señor nos ha dado, no podremos vivir de la manera de la que el Señor quiere.

La Palabra de Dios es la verdad, ya que Él es verás, Él y su Palabra son uno. Para que la verdad haga fruto en nosotros es importante que la pongamos en práctica. Recordemos que el reino espiritual se basa en la fe y la fe sin obras es muerta, es decir que si no actuamos no podremos ver las obras que el Señor quiere hacer en nuestra vida.

Dios es nuestro ayudador, cuanto más leamos, estudiemos, meditemos y pongamos en práctica, más podremos conocer cuál es Su propósito en nuestras vidas. La obediencia requiere de nuestra determinación y coherencia en nuestra vida, es decir que si seguimos a Cristo no podemos hacer algo que está en contra de Su Palabra. 

CONCLUSIÓN: El Padre nos llama primeramente a Salvación, pero también Él quiere que seamos adoradores en espíritu y en verdad; que tengamos una permanente comunión con Él para poder ir a predicar el evangelio y hacer el mandato que Dios quiere en nosotros. Debemos aprender a reconocer Su voz, que es de amor, de aliento, de paz y de verdad y a medida que aprendemos y meditamos más de Su Palabra podremos ser no solo oidores sino hacedores, para cumplir Su propósito en nuestra vida.