
LA PALABRA VIVIENTE EN NUESTRA BOCA

NO ESPERE MÁS
EL BARRO EN LAS MANOS DEL ALFARERO

LECTURA BÍBLICA (Hechos 3:1-10)
VERSÍCULO DE LA SEMANA ANTERIOR: “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre” (Isaías 45:2-3)
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad” (Hechos 18:9-10).
PREGUNTAS INTRODUCTORIAS
- Según (Romanos 6:16) ¿De quién es esclavo el esclavo?
R/ DE AQUEL A QUIÉN OBEDECE
- ¿Cuál es la consecuencia del que obedece pecado? (Romanos 6:16)
R/ LA MUERTE
- ¿Qué éramos antes de nuestra conversión? (Romanos 6:17)
R/ ESCLAVOS DEL PECADO
- ¿Qué somos ahora que fuimos libertados del pecado? (Romanos 6:18)
R/ SIERVOS DE LA JUSTICIA
- Antes de nacer de nuevo nosotros presentamos nuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad; ahora para santificación, ¿Para qué debemos presentar nuestros miembros? (Romanos 6:19)
R/ PARA SERVIR A LA JUSTICIA
EL BARRO EN LAS MANOS DEL ALFARERO
Introducción: Un alfarero es aquel que con sus manos moldea el barro para formar piezas que tienen una utilidad. El barro usado pasa por un proceso de amasado para luego ser moldeado, al moldear se usa una velocidad adecuada y para facilitar el proceso de moldeado se usa agua. El Señor nos muestra mediante las escrituras la definición de cómo podemos ver este proceso en nuestras vidas y nos enseña que somos ese barro moldeado por el alfarero.
Jeremías 18:1-6 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que, como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.”
I. Somos barro en manos del alfarero:
En ocasiones llegan a nuestra mente pensamientos de porque existo, cual es mi propósito, porque soy así. Medite en esta palabra que traerá a su vida multitud de respuestas acerca de cuál es el plan de Dios en usted.
- Formados por nuestro Padre Dios: Somos el barro formado en las manos del alfarero.
Isaías 64:8 “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.”
- Somos hechura de Dios: Si existimos es porque así el Padre lo quiso, así como el alfarero antes de iniciar a moldear el barro ya tiene en su mente cual es el resultado que quiere obtener, y busca no solo lograr ver la imagen en su mente en ese barro moldeado, sino que busca que sea la mejor, y vuelve y repite el proceso de moldeado cuantas veces sea necesario hasta lograr la más excelente pieza.
Efesios 2:10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
II. Purificar y Moldear el barro
- Purificación: La purificación que tiene el barro es necesaria porque La pieza moldeada refleja la excelencia del alfarero ya que ella no se formó sola.
2 Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
- Somos limpios a través de la palabra de Dios: La palabra son como las manos del alfarero que comienza a quitar todo lo que es necesario para formar la pieza. Juan 15:3 “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. “
- Transformación de barro a imagen: La transformación del barro a la imagen del alfarero nos lleva a entender la obra tan grande que sea logrado.
2 Corintios 3:18 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
- Agua para Moldear: El agua usada por el alfarero es para que el barro sea moldeable y permita al alfarero hacer lo que tiene propuesto.
Efesios 5:26-27 “para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.”
Cuando somos llenos del Espíritu Santo, esto nos permite ser moldeados según el propósito que el Padre tiene para nosotros. Como ejemplo el Señor Jesucristo cuando vino a la tierra y fue lleno del Espíritu Santo se dejó moldear por el Padre y así cumplió su propósito.
Mateo 26:39 “yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”
Conclusión: Nuestro Alfarero, nos purifico, limpio, y nos moldea para llegar a hacer obras perfectas de su imagen. Es necesario que el poder del Espíritu Santo nos llene día a día para que seamos moldeables para cumplir el propósito del Padre.