ACONTECIMIENTOS FINALES ENTRE LA SEMANA 69 Y 70
EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA
SEÑALES DEL FIN DEL MUNDO Y LA SEMANA SETENTA
Texto Principal: Daniel 7:8, 24-26; 9:27; Mateo 24:4-14
Introducción: La profecía de la Segunda Venida fue la respuesta del Señor Jesucristo a una pregunta de los discípulos. (Mateo 24:3) “Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”.
SEÑALES DEL FIN DEL MUNDO.
En (Mateo 24:4-14), el Señor Jesucristo nos dio las señales que caracterizan todo el curso histórico de los últimos días y que se intensifican a medida que se acerca el fin.
- Aumentarán los falsos profetas y los religiosos a los que se admitirán dentro de la iglesia, y engañarán a muchos (Mateo 24:5,11).
- El aumento de las guerras, hambre y terremotos (Mateo 24:6-8).
- Al acercarse el fin, la persecución del pueblo de Dios será más severa y muchos abandonarán su lealtad a Cristo (Mateo 24:9).
- Aumentarán el desacato a la Palabra de Dios, la violencia y el crimen y disminuirá el amor natural y el afecto familiar (Mateo 24:12; Marcos 13:12).
- El Evangelio será predicado a todo el mundo (Mateo 24:14).
- Se salvarán los que perseveren hasta el fin a través de las aflicciones del tiempo del fin (Mateo 24:13).
- Al ver la intensificación de estas señales los creyentes en Cristo, sabremos que se acerca el día del retorno del Señor por nosotros (Mateo 24:33).
LA ERA DE LA IGLESIA Y LA MISIÓN.
Entre la semana sesenta y nueve y la semana setenta hay una brecha; este es el período de la iglesia que inició con la resurrección del Señor Jesucristo y terminará con el Rapto de la iglesia (1 Tesalonicenses 4:17) “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
- La misión de la iglesia es establecer el Reino de Dios aquí en la tierra.
- Nuestra responsabilidad es predicar el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).
- Todo aquel que crea en el Señor Jesucristo y lo confiese como su Señor y Salvador, será salvo. La Biblia dice en (Marcos 16:16) “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”; y en (Hechos 16:31) Dios dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y será salvo, tú y tu casa”. (Romanos 10:13).
SÓLO QUEDA LA SEMANA SETENTA POR CUMPLIRSE: EL PERIODO DE LA TRIBULACIÓN.
Sólo queda la semana setenta por cumplirse, las otras sesenta y nueve ya se cumplieron. Todavía queda un «siete» por cumplirse. El último «siete» de Daniel es lo que llamamos la tribulación que se divide en dos periodos de tres años y medio. (Daniel 7:25).
- El periodo de la tribulación se describe en (Daniel 9:27).
- El inicio de los últimos siete años. Al inicio de la semana setenta se hará un pacto entre el príncipe que ha de venir (Daniel 9:26) y el pueblo de Israel.
- El príncipe que ha de venir es el anticristo, pero no se revelará en ese momento, sino hasta cuando inicie el segundo periodo de la semana setenta, “La gran tribulación” (2 Tesalonicenses 2:3-10).
- En la mitad de la semana el príncipe que ha de venir interrumpirá la adoración de los judíos e introducirá las abominaciones que dejarán el santuario desolado, e inicia la persecución contra los judíos.
- El Señor Jesucristo nos advirtió de estos acontecimientos en (Mateo 24:15, 21) “Porque habrá gran tribulación, cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.
- El fin de la semana setenta traerá el juicio sobre el desolador y también traerá justicia perdurable. Las bendiciones del reino Mesiánico (Daniel 9:24).
Conclusión: La profecía de las 70 semanas es compleja; pero una cosa es cierta: Dios tiene un calendario, y Él está manteniendo todo según lo programado. Él conoce el fin desde el principio. (Isaías 46:10) “Que anuncio lo porvenir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”. Debemos estar siempre esperando el retorno triunfal de nuestro Señor Jesucristo (Apocalipsis 22:7) “¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.