TODO LO QUE ES NACIDO DE DIOS VENCE AL MUNDO
ACONTECIMIENTOS FINALES ENTRE LA SEMANA 69 Y 70
LA PROFECÍA DE LAS SETENTA SEMANAS: LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Texto Principal: Daniel 9:20-27.
Introducción: La profecía de Daniel capítulo 9 que se refiere a las «setenta semanas» o «setenta sietes», es una de las profecías mesiánicas más importantes y detalladas del antiguo testamento. Este capítulo comienza con la oración de Daniel por Israel, reconociendo los pecados de la nación contra Dios y pidiendo su misericordia. Mientras Daniel oraba, el ángel Gabriel se le apareció y le dio una visión sobre el futuro de Israel.
LA ORACIÓN DEL PROFETA DANIEL.
El profeta Daniel estaba orando por el pueblo de Israel, Él sabía que los setenta años que Jeremías había profetizado que duraría el cautiverio de Judá en Babilonia estaban a punto de terminar (Jeremías 25:11). En la oración, Daniel hizo una confesión de los pecados del pueblo implorando el perdón de Dios y la restauración de su vida nacional y de la ciudad de Jerusalén. (Daniel 9:1-2) Dios escuchó y respondió la oración y envió al ángel Gabriel para explicarle Su plan para el futuro de Jerusalén, el templo y el pueblo de Israel: (Daniel 9:20-23)
Gabriel llegó a donde estaba Daniel «a la hora del sacrificio de la tarde», porque durante su cautiverio en Babilonia los judíos no podían ofrecer sacrificios, porque el templo había sido destruido. Aun así, los judíos creyentes usaban esas ocasiones para orar a Dios pidiendo su restauración.
LA PROFECÍA DIVIDE LAS SETENTA SEMANAS.
Esta profecía establece un marco de tiempo para la promesa mesiánica que se extiende desde los días de Daniel hasta el establecimiento del reino Milenial. (Daniel 9:24).
- El reloj de las setenta semanas nos da una idea de cuando vendrá el Señor Jesucristo por segunda vez.
- Setenta semanas son setenta veces siete. (Daniel 9:24 NTV) «Un período de setenta conjuntos de siete…». Casi todos los comentaristas coinciden en que los setenta «sietes» deben entenderse como setenta «semanas» de años; en otras palabras, un período de 490 años.
- La profecía divide los 490 años en tres unidades más pequeñas: i) una de 49 años, ii) una de 434 años, y iii) una de siete años. La última «semana» de siete años, se subdivide por la mitad. (Daniel 9:25)”. Siete «sietes» es 49 años, sesenta y dos «sietes» son 434 años: 49 + 434 = 483 años.
EL PROPÓSITO DE LAS SETENTA SEMANAS.
La profecía declara seis propósitos de Dios, que se cumplirán durante este periodo de tiempo (Daniel 9:24).
- «Para terminar la prevaricación» (Prevaricación, un delito que consiste en dictar conscientemente una resolución injusta y contraria a la ley).
- «Para poner fin al pecado»,
- «Para expiar la iniquidad» (El Señor Jesucristo realizó la expiación para los pecados por su muerte en la cruz. (Romanos 3:25; Hebreos 2:17),
- «Para traer la justicia perdurable»,
- «Para sellar la visión y la profecía», y,
- «Para ungir al santo de los santos».
EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS: EL RELOJ PROFÉTICO.
El ángel Gabriel le dijo al profeta Daniel que el reloj profético de las setenta semanas comenzaría en el momento en que se expidiera el decreto para reconstruir Jerusalén. La Biblia dice que la orden de «restaurar y reconstruir a Jerusalén», fue dada por el rey Artajerjes de Persia en el año 445 a.C. Serían 483 años a partir de la fecha de dicho decreto hasta el tiempo del Mesías (Nehemías 2:1-8).
La primera unidad de 49 años (siete «sietes»), cubre el tiempo que se necesitó para la reconstrucción de Jerusalén, «Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos» (Daniel 9:25). Esta reconstrucción se describe en el libro de Nehemías.
Para los judíos de esa época, un año era de 360 días, por lo que los 483 años después del año 445 a.C., hasta el año 30 d.C., que coincide con la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (Mateo 21:1-9). La profecía en Daniel 9, especifica que tras la finalización de los 483 años, «se quitará la vida al mesías». Esto se cumplió cuando Jesús fue crucificado.
(Daniel 9:26) predice que después de que al mesías se le quitara la vida, «el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario». Esto se cumplió con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. «El príncipe que ha de venir», es una referencia al anticristo.
EL RELOJ PROFÉTICO ESTA PAUSADO: LA ÚLTIMA SEMANA DE LAS SETENTA SEMANAS.
De los 70 «sietes», 69 ya se han cumplido en la historia. Esto deja todavía un «siete» por cumplirse. Entre la semana sesenta y nueve y la semana setenta hay una brecha. El reloj profético se ha pausado. El último «siete» de Daniel es lo que generalmente llamamos el período de la tribulación. Este periodo se divide en dos:
- (Daniel 9:27) se refiere a la semana setenta, el periodo de la tribulación. “A «la mitad de ese tiempo, el anticristo establecerá una abominación que causará desolación» en el templo.
- El Señor Jesucristo nos advirtió de estos acontecimientos en (Mateo 24:15, 21)
Conclusión: La profecía de las 70 semanas es compleja; pero Dios tiene un calendario, y él está manteniendo todo según lo programado. Él conoce el fin desde el principio (Isaías 46:10). Debemos esperar el retorno triunfal de nuestro Señor Jesucristo, Él dijo: “¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro” (Apocalipsis 22:7).