LA ORACIÓN EN EL NOMBRE DE JESÚS

CARACTERÍSTICAS DE LA IGLESIA
LOS TUYOS REEDIFICARAN LAS RUINAS ANTIGUAS
LECTURA BÍBLICA (Salmo 91)
VERSÍCULO DE LA SEMANA ANTERIOR
“Pero cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas” (Marcos 11:25).
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30).
PREGUNTAS INTRODUCTORIAS
- Según (Efesios 5:8) ¿Qué éramos nosotros antes del nuevo nacimiento?
R/ TINIEBLAS
- ¿Como cristianos cómo debemos andar ahora? (Efesios 5:8)
R/ COMO HIJOS DE LUZ
- ¿Qué es el fruto del Espíritu Santo? (Efesios 5:9)
R/ BONDAD, JUSTICIA Y VERDAD
- ¿De debemos comprobar? (Efesios 5:10)
R/ LO QUE ES AGRADABLE AL SEÑOR
- Según (Efesios 5:11) ¿De qué no debemos participar?
R/ DE LAS OBRAS INFRUCTUOSAS DE LAS TINIEBLAS
- ¿Qué debemos hacer con las obras infructuosas de las tinieblas? (Efesios 5:11)
R/ REPRENDERLAS
LOS TUYOS REEDIFICARAN LAS RUINAS ANTIGUAS
Introducción: Nuestro Padre Dios es el Dios de toda carne, de todas las familias de la tierra. La familia es el núcleo de la sociedad, por lo que, si la familia no está bien, la sociedad estará mal. Los fundamentos arruinados en la familia, dice Dios, deben ser levantados, los cimientos de generación y generación. La Biblia dice: “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?”. (Salmos 11:3). Esto era lo que estaba sucediendo en los días del profeta Isaías, el pueblo de Israel andaba apartado de Dios, se había inclinado a los dioses ajenos y habían perdido el rumbo de sus vidas. Esta nación le dio la espalda a Dios, perdieron los principios y valores espirituales llevando así a familia a una profunda crisis. Ellos fueron llamados a través del profeta a levantar los cimientos generacionales, y esta es la tarea que el Señor nos ha encomendado. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generaciónlevantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Isaías 58:12
I. LA FAMILIA EN LA BIBLIA
La Biblia nos enseña que cada familia, aunque es un mundo distinto, un mundo cerrado, donde rigen leyes especiales, y de cierta manera diferentes. Es el mundo de la protección mutua, del amor y del cariño.
- Dios creo la institución de la familia: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. (Génesis1:27-28) De allí que la familia sea una institución sagrada, de carácter divino e importantísima.
- La educación está basada en el ejemplo de los padres: El hogar fue siempre el lugar de la educación moral de los jóvenes, por medio del buen ejemplo de los padres, era el lugar para la educación acerca de Dios. Por eso encontramos expresiones del Señor en la Palabra como: 3 Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. 2 Reyes 18:3-5, o por el contrario: 9 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre. 2 Reyes 24:9
- Familias numerosas. La cantidad de hijos que podía tener un hombre era la indicación de su riqueza.
II. LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES
Dios nos dio el privilegio de traer a este mundo a los hijos; Los hijos que tenemos son un regalo de Dios. Los hijos que nos nacen son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen cuando aún somos jóvenes, hacen que nos sintamos seguros, como guerreros bien armados. Quien tiene muchos hijos, bien puede decir que Dios lo ha bendecido. No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda en público delante de sus enemigos. Salmos 127:3-5(TLA). Este privilegio está acompañado de una gran responsabilidad, que es:
- Fundamentar a los niños en los principios de La Palabra. Instruye al niño en su camino, y cuando fuere viejo no se apartará de él”. Proverbios 22:6
- Darles Dirección. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Salmo 127:3-4.;
- Los Padres: Su labor no es solo proveer dinero, el padre es el portador de la autoridad delegada por Dios y la cabeza visible de la familia.
- Las Madres: Somos llamadas a nutrir a los hijos y construir las relaciones familiares. En nosotras esta determinar el ambiente moral y espiritual del hogar.
Nuestra responsabilidad entonces es proveer para sus necesidades básicas, espirituales morales, intelectuales y físicas.
III. CIMIENTOS GENERACIONALES
Levantar los cimientos generacionales es la tarea que solo les compete a los padres de familia, esta consiste en enseñar valores, los mandamientos de Dios nos dan la perspectiva.
1. Valores espirituales, morales y sociales.
- Amar a Dios sobre todas las cosas. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Mateo 22:37
- La integridad. Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos. (Proverbios 20:7).
- Enseñar a los hijos el camino de Dios. Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Deuteronomio 6:6-7.
2. Fundamentos para el desarrollo de la personalidad: Pero sé cuidadoso en extremo para que no olvides lo que tus ojos han visto y no se borren de tu mente todos los días de tu vida. Enséñales todo esto a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Deuteronomio 4:9.
- La disciplina. Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma. Proverbios 29:17 (RVR1960)
- El dominio propio: Controlar a los hijos. “Que tengan a sus hijos en sujeción y honestidad…que gobiernen bien sus hijos y sus casas” (1 Timoteo 3:4,12)
- El afecto: “…Y amar… a sus hijos”. (Tito 2:4)
- Los padres no deben provocar a ira a sus hijos. “Y vosotros padres no provoquéis a ira a vuestros hijos” (Efesios 6:4).
Conclusión: Recuerda que usted también es Hijo. Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido. Proverbios 3:11-12 (NVI) Aunque hemos cometido errores en la crianza de nuestros hijos, nunca es tarde para iniciar la tarea de levantar correctamente los cimientos sobre los cuales nuestra generación será edificada según los pensamientos de Dios.