Texto Principal: Mateo 16:13-18

Introducción: En el Antiguo Testamento, la adoración se centró alrededor del tabernáculo, el templo o en una sinagoga. En el Nuevo Pacto, la presencia de Dios no habita en templo hecho por manos humanas (Hechos 18:24) “Él Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas”.

I. ¿QUÉ ES LA IGLESIA?

ekklesia, (de ek, fuera de, y klesis, llamamiento). El término griego ‘ekkesia’ que se traduce como iglesia, significa asamblea, congregación. La asamblea de los llamados para estar fuera.

• La iglesia no es una institución humana, el origen de la iglesia no es terrenal. 
• La iglesia es el Cuerpo de Cristo, la conformamos todos los redimidos, los nacidos de nuevo; los miembros de la iglesia somos los hijos de Dios, la nueva creación, rescatados por el Señor Jesucristo con Su preciosa Sangre. (1 Pedro 1:18-21) “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios”.

II. TRES CARACTERÍSTICAS DE LA IGLESIA

En aquella ocasión el Señor Jesucristo estaba reunido con sus discípulos y el Espíritu Santo le revelo a Pedro quién era Jesús, “El Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Esta es la verdad sobre la cual la iglesia es edificada. El Señor Jesucristo nos reveló las tres cosas que caracterizarían a Su Iglesia. (Mateo 16:18) “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.

1. El Señor Jesucristo edifica la iglesia. El Señor dijo: “sobre esta roca edificaré mi iglesia”. La iglesia del Señor Jesucristo no es edificada por hombres, ni por tradiciones de hombres o por programas especiales que un líder quiera llevar a cabo. Es el Señor Jesucristo quien edifica Su Iglesia a través de la revelación de la Palabra de Dios y los dones del ministerio (Efesios 4:11-16).

• Pidámosle al Señor en oración que constituya estos ministerios en nuestra congregación; que haya hermanos con corazón dispuesto a dejarse usar por el Señor de la Iglesia y así todos de acuerdo con la actividad propia de cada miembro, la Iglesia, el Cuerpo de Cristo sea edificado por la acción poderosa del Señor Jesucristo.

2. La iglesia es el ejército victorioso de Dios que prevalece contra las puertas del infierno. (Mateo 16:18) “Las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. (Mateo 16:18 Biblia Amplificada) “Edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades (los poderes de la región infernal) no prevalecerán – o serán fuertes en detrimento de ella, o podrán soportar contra ella”.

• El Señor Jesucristo glorificado y sentado en el Trono tiene “toda potestad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). La potestad que el Señor recibió del Padre está en Su Nombre. (Filipenses 2:9-11).
• El Señor Jesucristo nos delegó Su autoridad; Él nos dio el privilegio de emplear Su Nombre en oración y también para resistir al diablo y a todos sus demonios y hacerlos huir y liberar a las personas que están afligidas con enfermedades, confusión, pobreza y desordenes emocionales.
• Ahora nos corresponde a nosotros actuar en la autoridad del Nombre que es sobre todo nombre contra las huestes infernales ordenándoles a todos los demonios que salgan de las personas y familias.
• Los demonios y el diablo no pueden resistir ante el Nombre de Jesús, ellos están obligados a obedecer al Nombre que es sobre todo nombre.

3. La iglesia tiene ahora el poder para atar y desatar. (Mateo 16:19) “Todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatare en la tierra será desatado en los cielos”.

• El Señor Jesucristo recuperó las llaves. Las llaves se refieren a la autoridad que el Señor le dio a Su Iglesia en esta tierra. Las llaves pueden asegurar o desasegurar las puertas que conforme a las Sagradas Escrituras son los gobiernos sobre cualquier entidad, ya sea una persona, una familia, una organización, una ciudad, un estado o una nación.
• Tenemos las llaves para atar y desatar. Las llaves son símbolo de poder y autoridad; el Señor Jesucristo recuperó la autoridad que el hombre perdió y nos la devolvió (Mateo 16:19).
• Las llaves para gobernar. Estas llaves son la autoridad que Dios le dio a la humanidad cuando creó al hombre y a la mujer a Su propia imagen (Génesis 1:26).

Conclusión: El propósito eterno de Dios para con los seres humanos es que ejerzamos dominio sobre toda la creación de Dios. La iglesia, el cuerpo de Cristo aquí en la tierra tiene la autoridad para ejercer dominio sobre las cosas creadas, visibles e invisibles. Usemos el poder y la autoridad que Dios nos ha dado como hijos suyos; avancemos en el nombre que es sobre todo nombres, el nombre de Jesús.