
EL TESORO EN VASOS DE BARRO

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Y ORANDO, EL CIELO SE ABRIÓ

Tema Principal: Texto Principal: Lucas 3:21-22
Introducción: Después que el Señor Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista, la Biblia dice que el Señor Jesús oraba. El resultado fue que el cielo se abrió y el Espíritu Santo descendió y lo llenó y la voz del Padre se oyó diciendo: “Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia”.
I. LA ORACION ES UNO DE LOS SECRETOS DE LA UNCION
El Señor Jesucristo fue un hombre de oración. Él Jesús vino como hombre por esa razón necesitó de la oración y de la Unción del Espíritu Santo. Dios no necesita orar ni ser ungido, pero los hombres sí.
- El Señor Jesucristo abrió los cielos a través de la oración; nosotros podemos hacer lo mismo. El Señor Jesús vivía con los cielos abiertos permanentemente. (Juan 1:51) “Y le dijo, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre”.
- Una de las bendiciones que es resultado de la oración es la operación del ministerio de los ángeles. Si oramos como el Señor Jesús lo hizo, veremos el cielo abierto y tendremos a nuestra disposición la ayuda y el ministerio de los ángeles (Hebreos 1:14) “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”.
II. ELÍAS ERA HOMBRE SUJETO A PASIONES
Todos los hombres de Dios cuyos nombres están registrados en la Biblia estaban conscientes de sus limitaciones humanas, por eso se refugiaban en Dios por medio de la oración. Esos hombres y mujeres que hicieron señales, maravillas y milagros eran iguales a nosotros; solo que ellos conocían el secreto del poder espiritual, la oración de fe que prevalece.
- El profeta Elías vivió durante uno de los periodos de mayor apostasía en Israel. Su ministerio no fue nada fácil. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, pero ¿Por qué prevaleció? La Biblia dice en (Santiago 5:17-18.
- Todos los seres humanos, estamos sujetos a pasiones. A través de la oración prevaleceremos ante ellas.
III. LA ORACION CAMBIA AL QUE ORA
La oración cambia a hombres naturales en hombres sobrenaturales. Elías profetizó con poder sobre la sequía y los cielos no dieron la lluvia, por la fe hizo que descendiera fuego del cielo y volvió a toda la nación hacia Dios.
- Dios lo usó poderosamente porque él sabía depender de Dios en oración para sobreponerse a sus limitaciones como hombre.
- No importa cuales sean nuestras limitaciones, si oramos, tendremos el poder y la gracia de Dios sin límites.
IV. EL SECRETO DEL PODER ESPIRITUAL
El creyente que ora descubre que el secreto de la Unción y el poder espiritual está en la absoluta dependencia de Dios por medio de la oración.
- Un creyente poderoso es el ora sin cesar. Un hombre de oración es un hombre de poder. (1 Tesalonicenses 5:17) “Orad sin cesar”.
- Nuestra competencia proviene de Dios (2 Corintios 3:5-6). “No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica”.
V. EL SEÑOR JESÚS ORÓ INTENSAMENTE
El Señor Jesucristo mantuvo los cielos abiertos durante todo el tiempo de su ministerio por medio de la oración.
- El Señor Jesús pasó la noche en el monte orando antes de escoger a sus discípulos (Lucas 6:12-13) “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”.
- En varias ocasiones cuando los discípulos lo buscaban temprano en la mañana, ya él se había adelantado y estaba con el Padre en oración (Marcos 1:35-37) “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole le dijeron: Todos te buscan”.
- Después de ministrar a las multitudes, se apartaba a lugares retirados para pasar la noche en comunión con el Padre (Mateo 14:22-23) “En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
- La noche antes de ir a la cruz se fue al Getsemaní a orar (Lucas 22:39-41) “… Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró”.
Conclusión: El Señor Jesucristo es mayor ejemplo de obediencia y sumisión a Dios Padre en todas las áreas de su vida, cada día él pasaba tiempo considerable en oración buscando la mente y la voluntad de Dios para ejercer su ministerio. Imitémoslo, oremos en todo tiempo y en todo lugar. (Efesios 6:18) “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. La oración abre los cielos.