Llevamos los diezmos a la casa del Señor para que haya alimento en ella
HOY TE DOY AUTORIDAD PARA QUE HAGAS FRENTE A NACIONES Y REINOS
NUESTRA FILIACIÓN LEGAL COMO HIJOS DE DIOS
Texto Principal: Gálatas 4:7; Juan 1:12-13; Efesios 2:19; Juan 16:15
Introducción: (Efesios 3:14-15) “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quién toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”.
I. ¿QUE ES SER CRISTIANO?
La palabra griega ‘Jristós’ significa ungido. En la LXX, se traduce con la palabra Mesías, termino aplicado a los sacerdotes que eran ungidos con aceite sagrado, especialmente al sumo sacerdote.
- El Señor Jesús aceptó expresamente este título (Juan 4:25-26) “Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo”; (Mateo 16:16-17); (Marcos 14:61-62).
- El título cristiano por primera vez se usó para llamar a los discípulos en Antioquía (Hechos 11:26).
- Los cristianos somos portadores de la vida de Dios, con el caudal de riquezas de la naturaleza Divina que recibimos cuando aceptamos a nuestro amado Señor y Salvador Jesús y creímos en Su obra redentora.
II. DIOS NOS JUSTIFICÓ Y NOS HIZO SUS HIJOS
Dios nos impartió Su Justicia declarándonos justos. Ser justificado es tener la habilidad de estar en la presencia del Padre sin ningún sentimiento de culpa, inferioridad o pecado, tan libre como lo fue el Señor Jesús.
- No tenemos que esperar a que muramos para que esto sea posible. Todo esto es nuestro, ahora.
- Ahora podemos disfrutar del compañerismo con el Padre, así como Jesús lo disfruto en su vida terrenal.
- El Señor Jesús se ofreció en sacrificio por nuestros pecados para siempre (Hebreos 9:26).
- Con su sacrificio expiatorio el Señor Jesús hizo posible la nueva creación, y la remisión de los pecados. Todos los pecados que cometimos fueron borrados como si jamás hubiesen existido.
III. RENOVEMOS NUESTRA MENTE SOBRE LA BASE DE NUESTRA FILIACION LEGAL COMO HIJOS DE DIOS
La filiación es el vínculo de familia existente entre el hijo y sus padres. La filiación es un derecho que existe entre dos personas donde una es descendiente de la otra, sea por un hecho natural o por un acto jurídico. La filiación encuentra su fuente en la fecundación, cuyo efecto es la procreación.
- Cuando la mente del cristiano es renovada sobre la base de su filiación legal como hijo de Dios, él puede tomar el lugar que le corresponde en la familia de Dios.
- La nueva creación tiene que estar libre de la conciencia de pecado para no vivir bajo el yugo de la condenación satánica.
- Esto es una realidad hoy: (Romanos 8:1) “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…”. (Romanos 8:33) “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica”. (2 Corintios 5:21).
- Las riquezas del Padre nos pertenecen. El Señor Jesús dijo: (Juan 16:15) “Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío”. Somos coherederos con Cristo (Gálatas 4:7).
- Podemos disfrutar de los derechos y privilegios como hijos y de todas las riquezas de la gracia de Dios.
IV. DIOS RESTAURÓ NUESTRA RELACIÓN CON ÉL
¿Podría pensarse en un hijo que no pudiera estar en la presencia de su padre? El ser hijo no tendría ningún valor. Ahora tenemos una perfecta relación con Dios. Dios es nuestro Padre y nosotros sus verdaderos hijos.
- Nuestra relación no puede ponerse en tela de juicio porque está basada en la obra consumada de Cristo.
- Dios nos recreó por la Palabra y por el poder del Espíritu Santo y nos impartió su propia naturaleza, la Vida Eterna. El Señor Jesús dijo en (Juan 6:47) “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”; (1 Juan 5:13).
- Pasamos de muerte a vida. La muerte es la muerte espiritual, la unión con Satanás. Los cristianos pasamos de muerte a vida, por haber nacido de nuevo. (Juan 5:24) “De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna y no vendrá condenación más ha pasado de muerte a vida”.
- Como hijos de Dios estamos en la esfera de la vida sobrenatural. (Romanos 5:17) “Pues si por la transgresión de uno solo reino la muerte, mucho más reinaran en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia, y el don de la justicia”.
Conclusión: Por la abundancia de la gracia y el don de la justicia reinamos como Reyes en el reino de la vida y también como conquistadores y vencedores. Esta es la obra emanada del corazón del Padre, no para ser realidad cuando lleguemos al cielo, sino aquí en la tierra ahora mismo.