
LA NUEVA IMAGEN DE LA NUEVA CREACIÓN

SU CARGA SERÁ QUITADA DE TU HOMBRO Y EL YUGO SE PUDRIRÁ POR CAUSA DE LA UNCIÓN
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO

Texto Principal: Apocalipsis Efesios 2:20; 3:20; 1 Juan 4:4
Introducción: El conocimiento que los discípulos tuvieron del Señor Jesucristo fue a través de los cinco sentidos. (1 de Juan 1:1); ese es el conocimiento natural. La mente natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios (1 Corintios 2:14). El conocimiento por revelación nos hace conscientes de la presencia de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo morando en nosotros.
I. LA ENCARNACIÓN DE CRISTO.
El Señor Jesucristo fue ciento por ciento hombre y ciento por ciento Dios. La Biblia dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
- Jesucristo es único, porque era Dios desde toda la eternidad y, con todo se unió a la humanidad.
- El Señor Jesucristo poseía todos los atributos de la Deidad. La Biblia dice: “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Filipenses 2:6).
- También poseía los atributos de la humanidad, pero sin pecado. “Él se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” (Filipenses 2:7).
- “Se despojó a sí mismo”. La kénosis (vaciamiento) de Cristo durante Su encarnación no quiere decir que renunciase a ningún atributo de Su Deidad, sino que tomó sobre sí las limitaciones de la humanidad.
II. CONOCIENDO AL SEÑOR DE SEÑORES Y REY DE REYES.
La palabra conocer, en griego ginósko, significa estar tomando en conocimiento, entender totalmente. También indica una relación entre la persona que conoce y el objeto conocido; a este respecto, lo que es conocido es de valor e importancia para aquel que conoce, y de ahí el establecimiento de la relación. Esto expresa el pensamiento de relación o unión, como entre hombre y mujer. (Mateo 1:12); (Lucas 1:34).
- Conociendo a Cristo glorificado. “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así” (2 Corintios 5:16).
- Después de la ascensión el Señor Jesucristo el Padre lo exaltación y le dio un nombre que es sobre todo nombre. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11).
- Durante el ministerio del Señor Jesucristo aquí en la tierra, estuvo limitado a su humanidad, limitándose voluntariamente de alguna de Sus prerrogativas divinas como la omnipresencia; ahora a la diestra del Padre, Su cuerpo de carne glorificado, no tiene ninguna limitación. Jesucristo es el Hijo de Dios exaltado.
- Mediante la obediencia y la negación de sí mismo, Cristo obtuvo la soberanía sobre todas las personas y toda la creación, visible e invisible.
III. SEÑOR ABRE MIS OJOS.
La oración del apóstol Pablo por la iglesia fue para que Dios alumbrara los ojos de nuestro entendimiento. “Espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él… alumbrando los ojos de vuestro entendimiento” (Efesios 1:17-18). “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Salmo 119:18).
- Cuando recibimos al Señor Jesucristo como el nuevo Señor y Salvador, Dios nos perdonó todos los pecados, nos justificó, nos hizo la nueva Creación e hizo posible que Él pudiera volver a morar en nuestros corazones.
- Jesucristo glorificado vive en nosotros con todo Su poder (Gálatas 4:6).
- El apóstol Pablo declaró: “Con Cristo estoy juntamente crucificado” (Gálatas 2:20).
- Estamos conectados con la Omnipotencia de Dios por medio del Señor Jesucristo (Juan 15:5-7).
- Nuestra relación con Dios. Tenemos la naturaleza divina. (Juan 1:12-13); (1 Pedro 1:23).
IV. CON DIOS OBRANDO EN NOSOTROS, TODO ES POSIBLE.
“En Dios haremos proezas, y Él hollará a nuestros enemigos” (Salmo 60:12); “Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:27).
- Podemos hacer las obras de Cristo. (Juan 14:12) “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también, y aun mayores hará, porque yo voy al Padre”.
- “Su puedes creer, al que cree todo le es posible” (Marcos 9:23)
Conclusión: Fuimos creados por Dios para vivir en las alturas de la buena vida, no en el lodo de la desesperación. Las cosas grandes les ocurren a las personas que piensan en grande, hablan grande y actúan en grande. ¡DIOS ES GRANDE! CON DIOS TODO ES POSIBLE.