
0753- HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS

¿Cuáles son los pensamientos de Dios respecto a la prosperidad de sus hijos?
JESÚS VINO AL MUNDO A RESTAURAR LA AUTORIDAD QUE SE HABÍA PERDIDO

Texto Principal: Génesis 1:26-30; Salmo 8; Mateo 18:11; Lucas 19:10
Introducción: Dios nos envió a Su Hijo unigénito para restaurarnos la autoridad espiritual que Adán y Eva perdieron; la autoridad y poder que Dios le entregó a Adán para tuviera la capacidad para ser, y cómo hacer, para cumplir con el propósito eterno para el cual lo había creado. En Adán está representada toda la humanidad.
I. DIOS LE DIO LA AUTORIDAD AL HOMBRE PARA QUE GOBERNARA
Un ejemplo de cómo fue que Dios nos creó y nos capacitó para vivir en esta tierra lo tenemos el en Señor Jesucristo. De la manera como el Señor vivió aquí en la tierra antes de ascender al cielo después de Su resurrección, es que nosotros debemos vivir aquí y ahora.
- “Y señoree… en toda la tierra” (Génesis 1:26). Dios creó al hombre para ser el agente de Su Reino, para gobernar y someter al resto de la creación incluyendo las fuerzas satánicas.
- La autoridad que el Padre le dio a Su Hijo Jesucristo para que la ejerciera durante su ministerio terrenal, fue la misma autoridad que el Padre le dio a Adán cuando lo creó y lo estableció en la tierra. Antes que Adán y Eva pecaran, su vida y ministerio fue idéntica a la clase de vida y ministerio que el Señor Jesucristo vivió aquí entre nosotros.
- Satanás le robó las llaves de la autoridad espiritual al ser humano en el momento que Adán y Eva pecaron.
II. LA RESTAURACION DE LA AUTORIDAD ESPIRITUAL
El Señor Jesús le restauró la autoridad, el dominio y la majestad al hombre. Cristo restauró para nosotros todo lo que satanás nos robó en el Huerto de Edén.
- Todo lo que Jesús hizo en esta tierra, Su vida, Su muerte y Su resurrección fue para que pudiéramos ser restaurados. El alma del Señor en el infierno no sólo padeció por casusa de nuestros pecados; cuando el Padre lo Justificó en el Espíritu, el Señor Jesús fue liberado del poder del pecado y de la muerte, la muerte ya no tenía poder sobre Él. (1 Timoteo 3:16) “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria”.
- Cuando el Padre declaró Justo a Su amado Hijo, el Señor Jesucristo enfrentó a satanás y a los demonios y los derrotó (Colosenses 2:15) “Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
- El Señor Jesucristo triunfó sobre todas las fuerzas satánicas y está sentado en el trono sobre todo principado y autoridad (Efesios 1:19-23) “Y cual la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
- El Padre exaltó a Su Hijo y le dio un nombre. (Filipenses 2:9-11) “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre…”.
- Jesús le arrebató las llaves del infierno y de la muerte a satanás. (Apocalipsis 1:18) “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí́ que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. El Señor Jesús tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18).
III. EL SEÑOR JESÚS LO HIZO POR NOSOTROS
Todo lo que el Señor Jesucristo hizo en Su obra redentora con su muerte, resurrección y exaltación, lo hizo para que nosotros los que creemos en Él caminemos en autoridad y vivamos victoriosos sobre Satanás, los demonios y todo lo que está en esta tierra.
- El Señor Jesucristo vino a recuperar lo que se había perdido. (Lucas 19:10) “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.
- La autoridad que el Señor Jesucristo recuperó, nos la devolvió al dejarnos Su nombre para que lo usemos en oración y para enfrentar a satanás y los demonios y lanzarlos fuera de la esfera donde estos espíritus malos han estado ejerciendo dominio y han atormentado a las personas y a la comunidad.
- El Señor Jesús depositó nuestros pecados en las profundidades del Hades, pagó el castigo que nosotros merecíamos hasta satisfacer las demandas de la justicia de Dios.
- Dios Padre levantó al Señor Jesucristo de las profundidades del Hades. (Hechos 2:24) “Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella”.
Conclusión: Porque el Señor Jesucristo pagó las penas por nuestros pecados nos proveyó la redención eterna y nos restauró la autoridad espiritual, levantémonos en el Nombre del Señor Jesucristo, el Nombre que es sobre todo nombre. Ejerzamos dominio con la autoridad que el Señor nos ha dado en Su Nombre.