
Jesús dijo: ¿qué quiere que te haga?

SANANDO A LOS ENFERMOS.
EN LA GUERRA ESPIRITUAL LOS ÁNGELES DE DIOS PELEAN CON NOSOTROS

Texto Principal: Mateo 26:53; Hebreos 1:14; Daniel 10:12-13; Apocalipsis 12:7-11.
Introducción: Un ejército poderoso de ángeles está listo para entrar en la guerra espiritual junto con nosotros. Dios nos ha equipado con las armas espirituales: El nombre del Señor Jesucristo, la oración de combate, la Palabra del testimonio, la sangre del Señor Jesucristo y la oración en el Espíritu Santo; y además ha dispuesto a sus ángeles para que combatan con nosotros en el conflicto espiritual que estamos enfrentando con las fuerzas del mal para rescatar a las almas de los seres humanos que aún no han sido redimidos.
I. LA GUERRA EN EL CIELO.
Las armas que el Señor nos ha proporcionado son espirituales para una guerra que se desata sobre nosotros en los cielos. Esta guerra es entre dos ejércitos de seres espirituales. Tenemos ejemplos de esta guerra espiritual. El libro del profeta Daniel capítulo 10 habla de la guerra en los lugares celestiales. El profeta Daniel oraba por el pueblo de Dios, pero la respuesta a la oración fue interrumpida por el príncipe de Persia (espíritu demoniaco).
- Un demonio interceptó la respuesta a la oración del profeta Daniel y se interpuso para que la respuesta a la oración retardara, fue el demonio llamado el príncipe del reino de Persia.
- La guerra en el cielo. (Daniel 10:12-13) “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón para entender y humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia”.
- El arcángel Miguel que es uno de los “principales príncipes del ejército de Dios”, tiene el deber especial de proteger al pueblo de Israel. Miguel y ángeles de Dios pelearon contra el demoníaco Príncipe de Persia y lo vencieron.
- La gran batalla en el cielo contra el dragón (Satanás). (Apocalipsis 12:7-11) “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la Sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”.
II. LA GUERRA EN EL CIELO LA GANAMOS LOS QUE ESTAMOS EN LA TIERRA.
Somos el ejército de Dios, tenemos la armadura de Dios y las armas espirituales para enfrentar y prevalecer contra el adversario el diablo. El Señor Jesucristo nos dio Su autoridad para hollar a los seres espirituales de maldad (Mateo 18:18) “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”; (Lucas 10:19) “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”.
- Amalec. En sentido espiritual, Amalec y sus ejércitos representan a Satanás y a los demonios; ellos tratan de impedirnos para que no avancemos en el establecimiento del Reino de Dios en la tierra. Amalec es un ejemplo de lo que ocurre en el reino espiritual cuando oramos. Los amalecitas eran una tribu nómada que vivían en la región árida situada entre Egipto y Canaán. Está tribu peleó contra el pueblo de Israel que acababan de salir de la esclavitud de Egipto (Éxodo 17:8-16).
- Josué y su ejército representan a Miguel y a los ángeles celestiales. Los ángeles de Dios pelean junto con nosotros contra el enemigo.
- Moisés representa a los guerreros de oración intercesora. Es con la oración intercesora que irrumpimos en los lugares celestiales donde operan los demonios (Efesios 6:12).
III. LOS ÁNGELES SON ESPÍRITUS MINISTRADORES.
Los ángeles están bajo la autoridad de Dios; Dios los envía para ejecutar Su Palabra (Salmos 103:20) “Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo la voz de su precepto”.
- Los ángeles son espíritus ministradores enviados a servirnos (Hebreos 1:14).
- El Padre los activa cuando lo solicitamos; nosotros no invocamos a los ángeles. El Señor Jesús dijo que Él podía orar al Padre y que el Padre le enviaría los ángeles. (Mateo 26:53) “¿A caso piensas que no puedo orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?”.
- Conforme declaramos la Palabra de Dios, los ángeles responden y se ponen en acción a nuestro favor.
Conclusión: La guerra en los cielos la ganamos los que estamos abajo en la tierra; somos más que vencedores. (Apocalipsis 12:11) “Y ellos le han vencido por medio de la Sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”.