
LOS INVERSIONISTAS DEL REINO

PREDICANDO EL EVANGELIO A TODA CRIATURA EN TODO EL MUNDO
LOS INVERSIONISTAS DEL REINO

Texto Principal: 1 Crónicas 29:8-14
Introducción: Un inversionista es quién emplea su dinero con el propósito de generar más ingresos. Cuando invertimos en el reino de Dios, las ganancias llegan a ser al ciento por uno (Marcos 4:8-9).
I. EL TABERNÁCULO ERA DONDE MORABA LA PRESENCIA DE DIOS
El tabernáculo lo erigieron en diferentes lugares desde cuando se construyó en el desierto en los días de Moisés. En el tabernáculo estaba el Arca de la Presencia de Dios, se manifestaba sobre el propiciatorio.
- David amó la presencia de Dios y decidió trasladar el Arca de la Presencia a Jerusalén para meterla en una enramada (2 Samuel 6:17).
- El propósito de David era construirle un templo, pero Dios le dijo que no lo hiciera (1 Crónicas 17:4) “Vé y di a David mi siervo: Así ha dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite”; (1 Crónicas 28:2-3).
- Salomón fue elegido por Dios para que construyera el templo (1 Crónicas 28:10).
II. LA FINANCIACION PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO
David hizo los preparativos para que su hijo Salomón construyera el Templo de Jerusalén. La financiación de la obra fue a través de las ofrendas voluntarias del pueblo. El Espíritu Santo nos describe lo que ocurrió al recoger la ofrenda.
- El rey David dio con todas sus fuerzas. (1 Crónicas. 29:2).
- La ofrenda de David. Dio tres mil talentos de oro (1 talento equivale a 34 Kg que equivale a 102 toneladas) siete mil talentos de planta refinada que equivale a 238 toneladas. (1 Crónicas 29:3-5)
- Los jefes de las familias y los administradores ofrendaron (1 Crónicas 29:6-7).
- Todo el que tenía joyas y gemas preciosas las puso en manos del tesorero Jehiel (1 Crónicas 29:8).
- Ofrendaron con alegría. El rey se alegró por haber ofrendado (1 Crónicas 29:10-11).
- DIOS ES EL DUEÑO DE TODAS LAS COSAS
Dios es el dueño de todas las cosas, cuando damos para Su obra no hacemos otra cosa que devolverle lo que por naturaleza le pertenece a Él. (1 Crónicas 29:14) “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”.
- Las riquezas provienen de Dios. (1 Crónicas 29:12).
- Nuestra vida es muy breve (1 Crónicas 29:15.
- El Señor Jesús nos dice que pongamos nuestro tesoro en el cielo (Mateo 6:19-21).
- La generosidad está ligada a la rectitud del corazón (1 Crónicas 29:17-18).
III. EL QUE SIEMBRA GENEROSAMENTE, GENEROSAMENTE TAMBIÉN SEGARA
Cuando Dios nos pide que lo honremos con las ofrendas, no es para despojarnos de lo que Él nos ha dado; Dios nos pide con el fin de enriquecernos espiritual y materialmente. (2 Corintios 9:6).
- Los israelitas dieron generosamente para la construcción del tabernáculo en el desierto, y Dios derramó sus riquezas sobre ellos y no carecieron de nada en el desierto (Nehemías 9:20-25).
- El pueblo ofrendó para la construcción del templo de Jerusalén y Dios honró Su nombre bendiciéndolos por la generosidad del corazón de ellos.
IV. LA OFRENDA APRETADA, REMECIDA Y REBOSANDO
El rey David aplicó este principio cuando ofrendó para el templo de Dios (Lucas 6:38).
- Las cantidades de oro, plata y metales valiosos que se ofrendaron para el templo de Jerusalén fueron gigantescas. Cualquiera diría que después de dar una ofrenda tan grande, David quedó arruinado.
- La mente carnal nos dice que fue una locura ofrecer tal cantidad de riquezas. Que David habría sido más prudente si hubiera dado una ofrenda razonable, y reservado una buena cantidad para él y su descendencia. Pero lo cierto es que David dio una fortuna y sembró en abundancia porque su amor estaba en la casa de Dios.
- ¿Qué pasó con David en su vejez? David no tenía un ahorro pensional. ¿Sería que lo tuvo que mantener el Seguro Social? ¿Sería que David fue internado en un asilo para mendigos e indigentes? No.
- David no pudo escapar de las leyes eternas de la prosperidad. Venzamos los pensamientos de incredulidad y temor que satanás pone en las áreas no renovadas de nuestra mente. Dios es fiel, Su palabra se cumple si nosotros hacemos lo que Él dice que debemos hacer.
- David sembró en abundancia durante todos sus años. ¿Qué ocurrió con su vida en la ancianidad? Miremos lo que dice el Espíritu Santo al respecto en (1 Crónicas 29:28) “Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y gloria”.
Conclusión: ¿Cómo le gustaría que fuera su vejez? Si no hemos sembrado abundantemente en los años anteriores, ¿qué cosecha podemos esperar levantar del Señor? Empiece hoy mismo a echar su pan sobre las aguas; Dios prometió que después de muchos días volverá a hallarlo (Eclesiastés 11:1).