La familia es una institución divina
Dad, y se os dará
EL PACTO RATIFICADO NADIE LO INVALIDA
Texto Principal: Gálatas 3:15; Nehemías 9:19-25; Salmo 105:14; Salmo 105:37-45; 2 Crónicas 20:15-17
Introducción: Durante el tránsito de los israelitas por el desierto ninguno de sus enemigos pudo triunfar sobre ellos porque Dios peleó por ellos. Mientras los israelitas permanecieron en el pacto con Dios, ellos no carecieron de nada para satisfacer sus necesidades; el Señor fue su proveedor; no padecieron de ninguna enfermedad porque el Señor fue su sanador.
I. DIOS SE OBLIGO CON ABRAHAM POR RAZON DEL PACTO DE SANGRE
Dios cortó el pacto de sangre con Abraham; este se selló cuando la sangre de un animal y la de Abraham se mezclaron. Dios y Abraham estaban unidos por un pacto indisoluble; Dios se obligó por razón del pacto. (Génesis 15:9-10); (Génesis 17:10).
- Lo que le Dios hizo en Abraham y Sara por estar en pacto con Él.
- Dios satisfizo todas las necesidades de Abraham y respecto a su descendencia lo constituyó el padre de muchas gentes (Romanos 4:17).
- Su juventud le fue renovada. La juventud y la belleza de Sara le fueron renovadas a tal grado que un rey se enamoró de ella, no sabiendo que era la esposa de Abraham, y él quería casarse con ella. Ella tenía noventa años, y al siguiente año dio a luz a Isaac. (Génesis 12:14-15) “Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera. También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a cara de Faraón”.
- Lo que Dios fue para Israel en la época de David. Israel conquistó a muchas naciones, y en todas sus batallas jamás fue herido un sólo soldado, mientras Israel no quebrantó el Pacto con Dios.
- Si Dios hizo esto con Israel, siendo ellos únicamente sus siervos, ¿qué no hará por nosotros que somos sus hijos?
II. ESTAMOS EN PACTO CON DIOS POR LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO
Abraham, un amigo de Dios, aceptó el testimonio de un ángel y lo tomó en serio. ¿Qué podemos hacer nosotros como hijos de Dios? Tomar en serio la Palabra de Dios y actuar en fe sobre la base del pacto de sangre.
- Nuestro Pacto está sellado con la sangre de Cristo. (Mateo 26:28) “Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”; (Hebreos 9:14).
- Por la sangre del Señor Jesucristo nosotros estamos unidos a Dios en un pacto indisoluble. “¡Cuánto más la sangre de Jesucristo que la sangre de un animal! ¡Cuanto mejor es la vida del Hijo de Dios que la vida de un hombre como Abraham!
- Dios está obligado a nosotros como estaba obligado con Abraham y su descendencia en ese Pacto.
III. LO QUE ES CRISTO PARA NOSOTROS
Estamos unidos al Señor Jesucristo. El Señor Jesús dijo: (Juan 15:5) «Yo soy la vid y vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.
- Jesucristo es nuestro Señor. Él es el rey de reyes y Señor de Señores (Filipenses 2:10-11) “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. (Apocalipsis 17:14); (Apocalipsis 19:16).
- Jesucristo es nuestro Salvador. (Hechos 4:12) “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 16:31) “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.
- En Cristo somos participantes de la naturaleza divina. (Juan 1:12-13) “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni voluntad de varón, sino de Dios”. (Efesios 2:10); (2 Corintios 5:17); (2 Pedro 1:3-4).
- Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo. (Romanos 8:17) “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
- El Señor Jesucristo resucitado está con y en nosotros (Mateo 29:18-20).
- En Cristo tenemos la autoridad y el poder para quebrantar el poder de satanás. (Marcos 16:17).
Conclusión: El Señor Jesucristo es todo para nosotros. Nada es imposible para Él obrando en y a través de nosotros porque todo su poder y su habilidad es nuestra. ¡Qué privilegio el que Dios nos ha dado para que seamos bendición al mundo que nos rodea!