
Este es un bello tributo a una paciente esposa

EL SEÑOR ESCUCHA Y RESPONDE TUS ORACIONES
EL PROBLEMA DE LA ORACIÓN

Texto Principal: Juan 16:23-24; Mateo 21:22; Marcos 11:24
Introducción: ¿Cuáles son los problemas de la oración? El primero es la falta de fe; el segundo es no estar conscientes de nuestra posición en Cristo.
I. INCREDULIDAD EN LA HABILIDAD DE DIOS PARA HACER TODO LO QUE ÉL HA PROMETIDO Y DUDAR EN LA INTEGRIDAD DE SU PALABRA.
Dios es íntegro, veraz; Él está en Su Palabra. El origen de la incredulidad es la falta de seguridad en la integridad de la Palabra de Dios.
- La Palabra de Dios es el origen de la fe; es la fe de Dios expresada. (Romanos 10:8) “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la Palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos”.
- Dios y Su Palabra son uno solo. (Juan 1:1-3) “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.
- Todo lo que Dios hizo para crear el universo fue decir: “Sea”. (Hebreos 11:3) “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.
- Dios es Omnipotente, nada es imposible para Dios. (Lucas 1:37) “Porque nada hay imposible para Dios”. (Génesis 18:14) ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”.
- Dios se vinculó a sí mismo con su Palabra. Él se hizo uno con ella. El está en su palabra, y tras Su palabra. No podemos separar a Dios de Su Palabra. (Jeremías 1:12) “Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”.
II. DUDAR DE LA HABILIDAD QUE TENEMOS COMO HIJOS DE DIOS PARA ESTAR EN SU PRESENCIA.
No dudemos de la habilidad que tenemos para estar en la presencia del Padre sin sentido de culpa, condenación o inferioridad.
- Cuando sabemos que la Palabra no puede ser quebrantada y que Dios la confirma, podemos orar al Padre, y presentarle nuestras peticiones sin temor ni condenación.
- Somos la Nueva Creación, fuimos creados en Cristo Jesús. (2 Corintios 5:17-18) «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo…».
- La Nueva Creación es un producto de Dios. Fue creada en Cristo Jesús. Su origen es de arriba, nacida del Espíritu Santo por la Palabra. La Nueva Creación no está bajo condenación, está reconciliada con el Padre.
- Estamos en Cristo de una vez por todas. Somos la Nueva Creación, una nueva raza. Recibimos dentro de nuestro espíritu la vida y la naturaleza de Dios.
- ¿Cuáles son las cosas viejas? La muerte espiritual, la unión con Satanás y los viejos pecados cometidos cuando estábamos espiritualmente en unión con el adversario. Estos pecados ya fueron remitidos.
- Somos la justicia de Dios. La justicia de Dios significa la habilidad de estar en la presencia del Padre fin sentido de culpa, condenación o inferioridad. (2 Corintios 5:21) “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”.
- Podemos estar en la presencia de Dios libres de todo sentimiento de indignidad. Tenemos el derecho legal de estar en la presencia del Padre porque fuimos nacidos legalmente dentro de Su familia. (Romanos 8:16) “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.
- Tenemos el derecho legal de usar el Nombre de Jesús y que todo lo que pidamos al Padre en el nombre, Él nos lo concederá. (Juan 16:23) “En aquel tiempo no me preguntareis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará”. Esto nos aclara todo con respecto a nuestra habilidad de estar delante de Él, en la sala del trono, sin condenación.
Conclusión: Nos han predicado tanto del pecado y nos han dicho con tanta frecuencia que somos indignos e incapaces, que esto nos ha sumido en un sentimiento de inferioridad y ha destruido nuestra vida de fe. Nadie puede caminar con Dios mientras se encuentre bajo condenación. La oración se basa en motivos legales; no sólo se basa en promesas sino en afirmaciones de hecho.Entonces no existe problema de fe para los creyentes, porque todas las cosas nos pertenecen. (Efesios 1:3) «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo».