COMERÁS Y TE SACIARÁS, Y BENDECIRÁS A JEHOVÁ TU DIOS.
SI LAS PUERTAS ESTAN CERRADAS, CONTINÚE CREYENDO Y ACTÚE
LO QUE SOMOS Y TENEMOS EN CRISTO
Texto Principal: Efesios 1:7-9; Santiago 1:24
Introducción: Hemos vivido tanto tiempo en la esfera de los sentidos que es difícil para nosotros darnos cuenta de lo que somos en Cristo, inconscientemente volvemos a la vida vieja, nos vemos como éramos y no como lo que ahora somos.
I. EN QUIÉN -EN CRISTO- TENEMOS REDENCION
¿De quién nos redimió el Señor Jesús? Del dominio de Satanás, de su autoridad; porque éramos esclavos en el reino de las tinieblas.
- El precio pagado por nuestro rescate fue la sangre de Cristo. (Efesios 1:7:7) “En quién tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”. «En quien (es decir, en Cristo) tenemos nuestra redención».
- Redimidos significa rescatados. El redentor paga un precio digno para reclamar algo que previamente le había pertenecido.
El precio que el Señor Jesús pagó para rescatarnos fue su preciosa sangre. (1 Pedro 1:18-19) “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”.
- Fuimos trasladado al Reino del amado Hijo. Jesucristo es nuestro nuevo Señor, nuestro Maestro, nuestro guardián, el fiador de nuestra habilidad para reinar sobre las fuerzas del enemigo.
- “Tenemos” (tiempo presente). Nuestra redención es del tiempo presente; fuimos liberados del temor, ahora somos los amos donde antes fuimos esclavos.
- Perdón de pecados: Dios remitió todos nuestros delitos pasados por la sangre de Cristo. (Hebreos 9:22) “Y casi todo es purificado con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”.
- Remisión significa destruir, como si nunca hubiera existido. Nuestros pecados pasados ya no existen, fueron remitidos de acuerdo con las riquezas de su gracia.
II. LAS RIQUEZAS DE SU GRACIA
Dios hizo abundar en nosotros las riquezas de su gracia en toda sabiduría. (Efesios 1:7-9) “En quién tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia”.
- Cristo es nuestra sabiduría. (1 Corintios 1:30) “Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”.
- Tenemos la sabiduría de Dios para encarar los problemas de la vida con prudencia y salir vencedores. Tenemos la habilidad de Dios.
- Como la nueva creación, poseemos la sabiduría e inteligencia de Dios. No tenemos necesidad de fe para obtenerlas, porque ya las tenemos.
- Actuemos como lo que somos en Cristo. Ocupemos el lugar como hijos de Dios.
- Hagamos el trabajo que nos corresponde hacer.
- Todo es nuestro. No actuemos como niños espirituales dependiendo del conocimiento sensorial; el conocimiento a través de los sentidos enceguece nuestro espíritu y nos olvidamos de lo que somos en Cristo.
III. AFIRMEMOS CONSTANTEMENTE LO QUE SOMOS EN CRISTO
«El Padre nos hizo ser su justicia en Cristo». El adversario tratará de hacernos olvidar esto, y el conocimiento sensorial nos hará dudar de nuestra dignidad y habilidad para estar en la presencia de nuestro Padre Dios.
- Somos bendecidos: (Efesios 1:3) “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”.
- Somos ricos con Sus riquezas. (2 Corintios 8:9) “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.
- Somos fuertes con su fortaleza en nuestro hombre interior. (Efesios 3:16) “Para que os dé, conforme a sus riquezas en gloria el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”.
- Dios es quién obra en nosotros. Somos vencedores porque “Mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
IV. NO OLVIDEMOS LO QUE SOMOS EN CRISTO
Como la Nueva Creación, debemos comprender y creer lo que Dios dice que somos en Cristo; cuando enfrentemos dificultades, si olvidamos «lo que somos», perdemos. (Santiago 1:24) «Porque él se considera asimismo, y se va, y luego olvida como era».
- Hagamos la lista, leámosla, meditemos en ella y declaremos lo que Dios dice que somos en Cristo.
- Somos una Nueva Creación, y satanás no tiene dominio sobre nosotros. Jesucristo es nuestro nuevo Señor.
- Somos la Justicia de Dios en Cristo. Tenemos derecho a estar en la presencia del Padre.
Conclusión: Es posible que todo en nuestro entorno sea como antes, pero nuestro hombre interior ya fue recreado. Dios nos hizo nuevamente a su imagen y semejanza, y tenemos derecho a usar el Nombre de Jesús; tenemos la habilidad de nuestro Padre para encarar los problemas de la vida y ser más que vencedores.