
¿QUIÉNES SON SATANÁS Y LOS DEMONIOS?

¿DE DÓNDE PROVIENEN LAS ENFERMEDADES?
EXISTEN DIFERENTES CLASES DE ESPÍRITUS INMUNDOS

Texto Principal: Hechos 8:5-7.
Introducción: Los espíritus inmundos son verdaderas personalidades que se manifiestan a través de la persona que poseen. Hay diferentes clases de espíritus inmundos, así como hay distintas personalidades en los seres humanos.
I. MANIFESTACIONES DE LOS ESPÍRITUS MALOS.
La mayoría de los seres humanos no tienen la comprensión acerca de los demonios y de su derrota legal. Muchos dicen que los demonios no existen; pero esta afirmación no es cierta. La Biblia nos habla acerca de los demonios como acerca de los ángeles. No debemos tenerles temor, ni a los ángeles ni a los demonios; debemos comprender su existencia.
- Los demonios hablan. Los demonios hablan a través de las facultades de la persona que han poseído, exactamente como nosotros hablamos a través de la lengua y de las cuerdas vocales. Los espíritus no pueden hablar sin lengua, así como nosotros no podríamos hablar si no tuviésemos una lengua. Las Escrituras nos demuestran cómo los espíritus inmundos hablaron a través de las personas que habían poseído. (Marcos 3:10-11); (Lucas 4:40-41); (Marcos 1:22-25)
- Los demonios son inteligentes. En una ocasión cuando el Señor Jesucristo se encontró con dos hombres endemoniados que salían de los sepulcros, y cuando el Señor Jesús se disponía a echarlos fuera de ese hombre, los demonios “Clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mateo 8:29).
Los demonios saben que el lago de fuego, el infierno, fue preparado para el diablo y sus ángeles, juntamente con los incrédulos. (Apocalipsis 20:10); (Apocalipsis 20:15).
- Los demonios se resisten a entregar el lugar de posesión. En Mateo 8, Marcos 5 y Lucas 8 encontramos la escena de Jesús echando fuera la legión de demonios de dos hombres poseídos. En (Marcos 5:1-13) la Palabra de Dios nos revela lo siguiente:
- Los demonios fingían adorar a Dios buscando que el Señor no fuera demasiado severo con ellos.
- Jesús les mandó que salieran de ese hombre.
- Los demonios le rogaron que no los atormentara. (Marcos 5:7) “Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes”.
- El Señor Jesús les preguntó: “¿Cómo te llamas?” (Marcos 5:9).
- Los demonios respondieron: “Me llamo legión, porque somos muchos” (Marcos 5:9).
- Cuando Jesús les ordenó que salieran, los demonios horrorizados por ser echados fuera de su habitación en el cuerpo del hombre, “le rogaron mucho que no los enviase fuera de aquella región” (Marcos 5:10). Es tormento para los demonios ser echados fuera, sin tener posesión de un cuerpo. Los demonios solo pueden estar satisfechos poseyendo un cuerpo. (Marcos 5:12).
- (Marcos 5:13) “Y luego Jesús les dio permiso”.
- Los demonios pueden entrar solos o con otros. Si un demonio no puede tomar posesión de una persona, llama a otros para que le ayuden. (Mateo 12:43-45).
Como hijos de Dios debemos estar seguros de que, aunque Satanás envíe legiones de demonios para atacarnos, todos esos espíritus se retirarán en completa derrota, porque a nosotros nos ha sido dada toda potestad sobre todos los demonios porque está escrito en (Isaías 59:19) “Vendrá el enemigo como un río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él”.
El caso de la hija de la mujer siro-fenicia. Ella estaba poseída por un demonio, pero el espíritu inmundo dejó a la muchacha cuando se empleó la fe (Marcos 7:24-30).
- Los demonios saben y reconocen a los que tienen autoridad sobre ellos. Por lo general cuando el Señor Jesús se encontraba con los demonios, los demonios gritaban: Sabemos quien eres. Tu eres el Hijo de Dios. (Marcos 1:24) “Diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios”.
Los hijos de un tal Esceva. Los demonios saben quiénes son los que tienen poder sobre ellos, conocían a Jesús y sabían quién era Pablo (Hechos 19:13-16).
II. LA UNCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO Y LA AUTORIDAD EN EL NOMBRE.
El Señor Jesucristo hizo las obras que el Padre le dijo que hiciera aquí en al tierra (Juan 5:19) “Respondiendo entonces Jesús, les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”.
- El Padre ungió al Señor Jesucristo con el Espíritu Santo y con poder (Hechos 10:38).
- Por el poder del Espíritu Santo que está en nosotros y la autoridad que nos fue dada en el Nombre de Jesús, podemos expulsar a los demonios y sanar a los enfermos.
- Los demonios hoy día tienen miedo delante de un creyente que cree en el Nombre de Jesucristo y ejerce la autoridad que le fue dada. Los demonios tienen que obedecernos.
- Los demonios tienen que obedecer al mandato de un hijo de Dios que actúa en representación del Señor ejerciendo su autoridad en el Nombre de Jesús. Puede ser un demonio o mil, todos tienen que obedecer al mandato de un hijo de Dios.
Conclusión. Los demonios reconocen a los ungidos por el Espíritu Santo; así como reconocieron a Jesús y a Pablo. Nosotros tenemos la unción del Santo y la autoridad en el Nombre de Jesús. Levantémonos ahora mismo y hagamos las obras que el Señor dice que podemos hacer.