
0762 LA PALABRA DE DIOS NO VUELVE VACÍA

0764 LA PALABRA DE DIOS ES LA ESPADA DEL ESPÍRITU
LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA
LECTURA BÍBLICA (Josué 1:1-9)
VERSÍCULO DE LA SEMANA ANTERIOR: “De cierto, de cierto os digo: Él que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47).
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR : “Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”.
(Isaías 58:11)
PREGUNTAS INTRODUCTORIAS
- Según (Efesios 5:22) ¿Cuál es el mandamiento de Dios para las esposas?
R/ IQUE ESTEN SUJETAS A SUS PROPIOS MARIDOS, COMO AL SEÑOR
- En relación con su esposa, ¿Qué es el esposo? (Efesios 5:23)
R/ CABEZA DE LA MUJER
- ¿Qué es Cristo para la iglesia? (Efesios 5:23)
R/ LA CABEZA Y ÉL SALVADOR
- ¿Qué es la iglesia para Cristo? (Efesios 5:23)
R/ SU CUERPO
- Según (Efesios 5:24) ¿Cómo debe estar la iglesia en relación con el Señor Jesucristo?
R/ SUJETA, COMO LAS CASADAS LO ESTÉN A SUS MARIDOS EN TODO
- Según (Efesios 5:25) ¿Cuál es el mandamiento de Dios para los esposos?
R/ QUE AMEN A SUS MUJERES, ASÍ COMO CRISTO AMÓ A LA IGLESIA, Y SE ENTREGÓ A SÍ MISMO POR ELLA
LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA
2 Corintios 10:3-5. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
Introducción: Sea que lo veamos o no en el mundo se libra una lucha espiritual. Sea que seamos conscientes o no, nosotros estamos en el centro de ella.
LA REALIDAD DE ESTA LUCHA:
- Estamos en una lucha espiritual. La palabra lucha significa batallar, combatir, militar o pelear. Cuando Satanás se reveló contra Dios se creó el imperio de la muerte, la enfermedad, la maldición, la mentira, el engaño, la oscuridad. Mateo 16:18. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Efesios 6:12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
- Tenemos un adversario que quiere matarnos, robarnos y destruirnos. 1 Pedro 5:8. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. Lucas 10:19. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Este adversario o enemigo es el diablo y juntamente con sus potestades generan una oposición al conocimiento de la palabra de Dios.
- Jesús derrotó al diablo. Durante muchos años todo fue gobernado por Satanás. Cuando el diablo tienta a Jesús le ofrece sus posesiones. El diablo trató de negociar con Jesús los reinos por adoración. Mateo 4:8-9 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Jesús no negoció, él mismo tenía que derrotar al que tenía el imperio de la muerte, esto es al diablo. ¿Recuerdan la estrategia de faraón con Moisés? Negociación. Sin embargo, fue en la cruz donde se libró la batalla que Jesús ganó para nosotros; recuperó la autoridad espiritual porque nuestra lucha es espiritual, Porque no tenemos lucha contra carne y sangre. Satanás está derrotado, Jesús lo derrotó en la cruz. Colosenses 2:15 (PDT). Él venció a todos los poderes y fuerzas espirituales a través de la cruz, desarmándolos y obligándolos a desfilar derrotados ante el mundo.
- Somos soldados. Lejos de terminarse, la lucha sigue; pero esta vez no para destruir o derrotar a Satanás porque ya está derrotado, sus potestades y principados están derrotados. La lucha sigue, en el caso de Satanás para robar, matar y destruir las personas usando sus estrategias de engaño y mentira. En nuestro caso, para la destrucción de fortalezas, para derribar los argumentos y la altivez. Para qué, para que la luz del evangelio les resplandezca, es decir, para que sean salvos y para que cumplan el propósito de Dios para sus vidas. Jesús enseñó en el Padre nuestro que pidamos que la voluntad de Dios se haga en la tierra como se hace en el cielo y cuál es la voluntad del Padre, que todos sean salvos que ninguno se pierda. 1 Timoteo 2:3-4. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
- El mundo está a la espera del obrar de la iglesia. ¿Por qué?
- Porque nosotros somos la sal de la tierra y la luz del mundo. Mateo 5:13-16. Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podría volver a ser salada? Ya no sirve para nada sino para ser tirada y pisada por la gente.
Ustedes son la luz que alumbra al mundo. Una ciudad que está en un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cesto, sino sobre el candelero para que ilumine a todos en la casa. Así mismo, ustedes deben ser luz para los demás de tal manera que todos puedan ver sus buenas obras y adoren a su Padre que está en los cielos.
- Porque nosotros somos la oposición a las obras del diablo. 2 Tesalonicenses 2:6-7. (PDT). Ustedes ya saben lo que lo detiene por ahora, para que el hombre maligno aparezca a su debido tiempo. El poder secreto del mal ya está en acción en el mundo, sólo falta que el que lo detiene se quite del camino.
- Porque la biblia lo dice. Se nos han dado armas para la destrucción de las obras del diablo, como toda milicia. 2 Corintios 10:4. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Se refiere la biblia a las armas de nuestra milicia porque cuando recibimos al señor no sólo nos hacemos hijos de Dios, sino que entramos al ejército de Dios por eso militamos. No como una adhesión meramente racional de ideología; ¡no! Entramos a ser soldados que entramos en batalla. ¡La batalla de la Fe! La fe que vence al mundo.
- Porque nosotros somos los que tenemos armas para la lucha. No nos dejó Dios en una lucha solos ni desprotegidos; Jesús prometió estar con nosotros todos los días, nos dio poder y autoridad contra las artimañas del diablo. En Cristo somos más que vencedores.
Conclusión. Hay un conflicto espiritual. Nuestro oponente es el diablo. En este momento nuestra lucha espiritual hace que las obras del diablo sean contenidas. Es hora de estar firmes para seguir deteniendo las obras del diablo. Es nuestro deber como hijos, es nuestra obligación como soldados detener el avance de las ideologías corruptas satánicas que mantienen engañadas a las personas y que impiden que el evangelio les resplandezca. ¿Cuál es el punto ahora? Que la iglesia debe tomar su posición de autoridad, tomar sus armas y enfrentar la lucha contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Apocalipsis 12:11. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
La oración, el nombre de Jesús, la sangre de Jesucristo, la palabra y la alabanza. Nuestras armas para la batalla.