
747- COMO HIJOS OBEDIENTES, PREDIQUEMOS EL EVANGELIO

La Biblia habla de los diferentes niveles de las finanzas
A TI TE DARÉ LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS

Texto Principal: Mateo 16:18-19; Apocalipsis 1:17-18
Introducción: El Señor Jesús le prometió a la iglesia que le entregaría las llaves del Reino; Él dijo: “Te daré las llaves.” Eso debía ocurrir en un futuro inmediato, cuando Él resucitara de entre los muertos; cuando el Señor Jesucristo resucitó victorioso, dijo: “¡Tengo las llaves de la muerte y del Hades!”. (Apocalipsis 1:17-18) “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades¨.
I. ¿QUÉ SIGNIFICAN LAS LLAVES?
Las llaves representan la autoridad restaurada del hombre.
- El Señor Jesucristo le arrebató las llaves a satanás cuando desarmó a los poderes de las tinieblas.
- Fue en el infierno donde el Señor Jesucristo recuperó las llaves de autoridad que satanás le había robado a Adán; la autoridad le fue restaurada a la nueva creación después de la resurrección y ascensión del Señor Jesucristo. Dado que las llaves fueron devueltas a sus propietarios en esta tierra, ya no serán mal utilizadas como las llaves de la muerte y del Hades. Ahora estas llaves se conocen como las llaves del reino de los cielos. Es por la fe que tomamos las llaves del Reino de los cielos.
- Usemos la autoridad que nos fue restaurada, y establezcamos el reino de los cielos en esta tierra.
II. ¿QUÉ SIGNIFICAN LAS PUERTAS?
En tiempos bíblicos, el gobierno y los negocios de una ciudad eran ejercidos en sus puertas. Por lo tanto, las puertas, mientras proporcionaban seguridad a una ciudad amurallada, también se volvieron una referencia al gobierno de una ciudad o de una nación. El rey Salomón se refirió a esto: (Proverbios 31:23) “Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra”.
- Poseer las puertas. Cuando Dios bendijo a Abraham, hizo referencia a poseer las puertas de sus enemigos. (Génesis 22:17) “De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos”.
- Poseer las puertas del enemigo significa tomar dominio y control. Poseamos las puertas de nuestros enemigos en el reino espiritual. Tómenoslas por fuerza con la autoridad y el dominio en el Nombre del Señor Jesucristo, y la guerra espiritual agresiva y violenta.
- Muchos tienen una imagen de sí mismos siendo atacados por el diablo y se esconden llenos de temor y ansiedad. Sin embargo, es la iglesia y no satanás quien debe estar a la ofensiva.
- Como hijos de Dios, debemos atacar las puertas del infierno y hacer avanzar el reino de Dios en todo el mundo. Usemos la autoridad que el Señor Jesús nos dio en Su Nombre que es sobre todo nombre.
III. EL PRINCIPIO DE ATAR Y DESATAR
Con las llaves del reino de los cielos que el Señor Jesús nos entregó, arremetamos contra el reino de las tinieblas. El Señor Jesús dijo: (Mateo 16:19) “y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y lo que desatares en la tierra será desatado en el cielos”.
- ¿Qué significa esto? El Señor Jesús habló de atar al hombre fuerte (Mateo 12:28-29).
- ¿Quién es el hombre fuerte? El hombre fuerte es satanás o el demonio gobernante que ha asignado sobre un gobierno, una organización o sobre una persona.
- Primero atamos a satanás y después a sus demonios gobernantes, declarando la palabra con autoridad: “¡Satanás, te ato en el nombre de Jesús!”.
- ¿Qué es atar? Atar significa limitar a Satanás o a un demonio gobernador sobre una situación particular.
- Saquear la casa del hombre fuerte. ¿Cómo despojamos la casa del hombre fuerte? Ordenando a los demonios que “¡Salgan en el nombre de Jesús!”.
- La identidad de los espíritus inmundos. Podemos saber la identidad de estos espíritus por la operación en los dones espirituales de discernimiento de espíritus y la palabra de conocimiento. También podemos saber su identidad por sus funciones. Algunos de ellos son:
- Espíritus de ocultismo, Espíritus perturbadores, Espíritus inmundos, de lujuria, espíritus perversos, Espíritus de enfermedad, Espíritus atormentadores, Espíritus de suicidio.
IV. ECHE FUERA A LOS DEMONIOS
Al echar afuera a los espíritus inmundos estamos despojando la casa del hombre fuerte. (Lucas 11:21-22) “Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín”.
- Jesús ya desarmó a las potestades y autoridades de las tinieblas e hizo un espectáculo público de ellas. (Colosenses 2:15).
- El Señor ascendido muy por encima “de todo principado y autoridad y poder y señorío, Este es un hecho consumado en el cielo (Efesios 1:19-23).
Conclusión: LA AUTORIDAD ESPIRITUAL: El Señor Jesucristo nos delegó Su autoridad para que la ejerzamos y tomemos dominio en la tierra. Es nuestro deber hacer cumplir en la tierra lo que ya ha sido logrado en el resto del universo, aquello que es un hecho establecido en el cielo. Atemos a Satanás y sus demonios gobernantes y desatemos a los cautivos. Limitemos el ámbito de influencia del enemigo. Es así como desarmamos a las potestades y autoridades, liberando a las personas cautivas y a los territorios que satanás y los demonios han controlado por tanto tiempo.